jueves, 3 de noviembre de 2011

Fundación de Montevideo


A raíz de la Fundación de Colonia do Sacramento, el 1º de enero de 1680, por parte de expedicionarios portugueses, se dio inicio a una serie de episodios que marcaron la rivalidad entre portugueses y españoles sobre la, entonces, Banda Oriental. Luego de diversas disputas, tanto diplomáticas como armadas, en 1704, el Rey Felipe V de España, ordena emprender una acción militar para desalojar definitivamente a los portugueses.
No obstante esta acción victoriosa por parte del reino de España, los portugueses no desestimaron la posibilidad de hacer suyos los territorios ubicados al este del Río Uruguay. Con el propósito de fundar una ciudad, una expedición marítima proveniente del Brasil, al mando de Freitas Fonseca, ingresó en el puerto natural situado en el Monte VI desde Este a Oeste de la costa del Río de la Plata, en diciembre de 1723.
Tal suceso motivó la reacción inmediata del entonces gobernador español de Buenos Aires, Bruno Mauricio de Zavala, quien solicitó el retiro de los ocupantes. Visto que no se accedía a tal solicitud, Zavala organizó un contingente militar. Ante ello, los portugueses optaron por abandonar las costas de la bahía dado que se hallaban en inferioridad númerica.
En enero de 1724, los españoles finalmente expulsan a los portugueses, dando por terminada una serie de disputas sobre los territorios del Plata. El 25 de marzo se procede a la construcción de algunos edificios y de las fortificaciones de lo que sería la ciudad de Montevideo. En ese mismo año llegan las primeras familias provenientes de Buenos Aires con el propósito de poblar la nueva ciudad. A este proceso migratoria se suma, entre los años 1726 y 1729, la llegada de nuevas familias procedentes de las islas Canarias.
En 1 de enero de 1730, Zabala designa los miembros del Cabildo.


Historia de Montevideo

Montevideo fue fundada por el Gobernador y Capitán General del Río de la Plata, Don Bruno Mauricio de Zabala.
El proceso fundacional de la ciudad se inscribe entre 1724 y 1726, período durante el cual comenzaron a arribar los primeros pobladores provenientes de Buenos Aires y de las islas Canarias.

Existen al menos dos explicaciones acerca del origen del nombre Montevideo: la primera afirma que el nombre proviene de la expresión en portugués "Monte vide eu", que significa "Yo ví el monte", frase pronunciada por un marino anónimo perteneciente a la excursión de Fernando de Magallanes al divisar el Cerro de Montevideo.
La segunda dice que los españoles anotaron la situación geográfica en un mapa como "Monte VI
de Este a Oeste"



Bruno Mauricio de Zabala


Era vasco, nacido en Durango, ciudad del señorío de Vizcaya. Hijo del gobernador don Nicolás Ibáñez de Zavala, caballero de la Orden de Calatrava, y de doña Catalina Gortázar, fue bautizado el 6 de octubre de 1682.
Militar desde muy joven, participó en múltiples campañas en las que se destacó por su valor. Entre ellas, distintos episodios de la Guerra de Sucesión. Perdió el brazo derecho durante el cerco de Lérida y desde entonces tuvo que usar uno de plata que a menudo llevaba, digna condecoración, colgado del cuello.
En 1716, el Rey de España designó a Zabala Gobernador de Buenos Aires y Capitán General del Río de la Plata.
Antes incluso de salir de la península, este preparó un informe sobre la situación militar, que elevó a la Junta de Guerra de las Indias el 3 de marzo de ese año, y que determinó al rey a mejorar las defensas de Buenos Aires, reforzar su guarnición y constituir una escuadrilla de guardacostas.
El 12 de octubre el monarca le encomendó la vigilancia de las cercanías de Montevideo y Maldonado. También debía impedir cualquier contacto de los portugueses con los pobladores de Buenos Aires y la salida de los habitantes de Colonia más allá de los límites trazados por un tiro de cañón.
Zabala desembarcó en Buenos Aires el 11 de junio de 1717, en el marco del enfrentamiento entre el ya debilitado imperio colonial español y una Gran Bretaña, potencia marítima crecientemente industrializada, convertida en duro peligro para el mantenimiento de sus colonias americanas, aliada y en gran medida inspiradora de las políticas antihispánicas del reino de Portugal. (Un detalle significativo: durante las negociaciones de Utrecht, el delegado británico se había negado a firmar el tratado si la Colonia del Sacramento –fundada por los portugueses en violación del tratado de Tordesillas pero en ese momento en manos de España- no era devuelta a Portugal).
Cada vez más preocupado por las políticas de expansión lusitanas, el 13 de noviembre de ese mismo año, Felipe V emite una Real Orden en la que le encarga poblar y fortificar “los puestos de Montevideo y Maldonado” “para que ni Portugueses ni otra nación alguna se apodere ni fortifique en esos parajes…”, orden reiterada en 1718, luego de la ruptura con Inglaterra, y en enero de 1720.